Lesiones musculo-esqueléticas
Muchas de las tareas y actividades que realizamos a diario, pueden llegar a dañar el cuerpo. En algunas situaciones, estas tareas pueden dañar músculos, tendones, ligamentos, nervios, vasos sanguíneos o articulaciones de la columna, las piernas o los brazos. Este tipo de lesiones se denomina Lesión musculo-esquelética o trastorno musculo-esquelético.
Los trastornos musculo-esqueléticos son en la actualidad la patología más común, y suponen un gasto del 1,6 % del producto interior bruto. Las consecuencias más comunes de los trastornos musculo-esqueléticos son:
- Dolor e impotencia funcional (movimientos limitados o imposibilitados)
- Alteraciones y daños de las estructuras que muchas veces pueden llegar a ser irreversibles.
- Afectación a la vida social y emocional de la persona por la pérdida de funcionalidad.
Las lesiones aparecen con signos y síntomas.Los signos se refieren a la información que podemos observar, pueden incluir inflamación y/o rojez. Los síntomas, se refieren a la información que podemos sentir, dolor, calambres, sensaciones de acorchamiento, hormigueo, etc. Tanto unos como otros pueden aparecer de manera repentina, por ejemplo tras un único incidente, o aparecer gradualmente tras un largo periodo de tiempo. Identificarlos es importante para actuar a tiempo.
Las causas de la aparición y desarrollo de una lesión musculo-esquelética son variadas, y en la mayoría de ocasiones, múltiples. La genética, el estado físico, los hábitos de uso diarios, el entorno, e incluso el estado emocional, son las causas más habituales. Todas ellas, interaccionan llevando al cuerpo a desarrollar cuadros de dolor y/o lesiones, que a largo plazo pueden llegar a la incapacitación.