Las líneas miofasciales
El concepto de Líneas Miofasciales y el papel de la fascia en los estudios del cuerpo humano son relativamente recientes hasta el momento, la medicina, en todos sus ámbitos, se había centrado en explicar el funcionamiento de los diferentes músculos como unidades independientes, y en segmentar sus movimientos y funciones hasta determinar en términos biomecánicos con la máxima exactitud su funcionamiento individual, pero sin atender al funcionamiento en relación con el conjunto.
Desde mediados del siglo XX, Françoise Mézierès y Godelieve Denys-Struyf, trabajan a partir de la idea de que los músculos no trabajan aisladamente sino que forman parte de unas cadenas determinadas, de cuyo estado dependerá no solo nuestra postura y nuestra forma corporal, sino también nuestroso movimientos, siendo esto determinante para el desarrollo de la mayoría de patologías del aparato locomotor. Simultáneamente, la doctora Ida Rolf en Estados Unidos, desarrollo una dilatada carrera profresional con el objetivo de investigar el papel de las fascias en el aparato locomotor y tratar la postura y el movimiento actuando sobre ellas.
Los músculos, o más bien, las agrupaciones de músculos que actúan de forma simultánea y complementaria constituyen una verdadera cadena de tensión miofascial, que puede “encadenar” al cuerpo en una actitud especifica y que, en su continuidad, son los que producen el movimiento. En efecto, desde nuestra óptica, un músculo no será jamás tratado aisladamente, sino atendiendo a su funcionalidad dentro de la globalidad.
En los últimos años, numerosos trabajos han utilizado el concepto y la evidencia de las cadenas musculares y el papel de las fascias, dando lugar a un modelo miofascial que actualmente es la esencia de todo trabajo motriz efectivo.
En Córporal System aplicamos el concepto de lineasmiofasciales desarrollado por Mayers, que describe las relaciones musculares en base a la evidencia anatòmica y fisiològica, aplicando un modelo de sistema fascial tensegritico.
Esto nos lleva a dos consideraciones básicas:
- La primera es que las Líneas Miofasciales y la Fascia forman un todo, una unidad, que podríamos integrar dentro del llamado Sistema Miofascial en la que todo está conectado como si de una estructura en tensegridad se tratase. De este modo, los huesos se consideran “espaciadores” que empujan hacia las partes blandas (músculos, tendones…) y el tono de la miofascia tensa, convirtiéndose así en un elemento determinante.
- La segunda es que las personas, bien de forma natural, bien por hábitos diarios o simplemente por traumas, tienden a utilizar más unas Líneas Miofasciales que otras, lo que provoca una serie de problemas o patologías asociadas de carácter fisiológico, y en consecuencia una disfunción del sistema miofascial.
Las Líneas Miofasciales representan circuitos continuos bidireccionales de músculos a través de los cuales se propagan las fuerzas originadoras del movimiento. Podríamos decir que estas líneas reflejan las vías que siguen las tensiones musculares y fasciales para realizar un movimiento en concreto.
Es evidente, que los movimientos son producto de complejas combinaciones de varias líneas simultáneamente, si bien intentamos establecer la línea de tensión predominante en ese movimiento. Algunas de ellas, como la espiral y sobre todo la línea funcional y la línea profunda son intrínsecas al propio movimiento y por tanto debemos entender que forman parte esencial de todos ellos.
Por tanto, es importante entender que las líneas miofasciales se complementan unas con otras provocando compensaciones perfectas, tal como explicaremos en el apartados de la tensegridad. De alguna forma cada una posee su propio dominio y mientras éstas no desborden a otras zonas, el equilibrio general estará respetado. El exceso de actividad de una de ellas puede llegar a generar en la antagonista acciones manifiestamente dolorosas.
“No estamos aplastados por la gravedad, sino por las acciones de las diversas Cadenas Musculares que se vuelven excesivas tratando de luchar contra ella” FrançeisMézières.
En términos generales se han determinado siete líneas miofasciales, pero lo cierto es que cualquier persona con los debidos conocimientos podría construir sus propias líneas atendiendo a las reglas comentadas en los párrafos anteriores.