Estrategia de protección lumbar al agacharse a recoger algo

Las personas que han padecido algún episodio de lumbalgia con o sin bloqueo asociada al movimiento de inclinarse a recoger algo del suelo, desarrollan una especie de fobia o miedo ante ese movimiento que les lleva  en adelante a agacharse de manera potencialmente peligrosa para las lumbares.

Estudios han demostrado que las personas que han padecido al menos un episodio de lumbalgia en su vida, utilizan estrategias de movimiento y contracción muscular significativamente diferentes al agacharse que los que no han sufrido lesiones o dolores lumbares.

Nuestro cerebro es capaz de predecir o diseñar una realidad virtual que le permita anticipar lo que va a ocurrir de manera inconsciente, y gracias a ello prepara la respuesta muscular necesaria en las actividades de la vida diaria. Pues bien, este mecanismo tan útil y bien diseñado puede crearnos dificultades en situaciones que identificamos de riesgo.

Asi después de un episodio de lumbalgia o bloqueo lumbar que asociamos al movimiento de agacharnos, creamos un antecedente que se asocia al miedo. El miedo a repetir el episodio, y que nos lleva a realizar este gesto creando fuerzas musculares que aunque en principio deberían protegerme, lo que hacen es facilitar un nuevo episodio, y la cronificación de los episodios de lumbalgia.

Agacharse a coger algo, supone bajar el tronco hacia el objeto, y en principio en una persona sana eso solo implica dejarse caer a favor de gravedad y dejar que los componentes elásticos musculares me frenen. De manera que bajar es sencillo y no requiere acción muscular significativa. Es en cambio para incorporarse que hace falta la acción de numerosos músculos, desde los de las piernas a los del tronco y los brazos.

Pero cuando bajamos contrayendo la musculatura del tronco, frenamos el movimiento, activamos músculos que impiden la bajada y necesitamos activar los que pueden vencerlos para bajar. Se trata de una orgia muscular sin sentido, que comprime las estructuras articulares y los disco de la columna.

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Para desarrollar o recuperar patrones de bajada saludables debemos recordar:

1.- Bajar es caer. Por lo que me dejaré caer hacia una pierna sobre la que puedo descansar el peso.

2.- Al bajar la respiración tiende a pararse tras la inspiración y la bajada se suele hacer en apnea, lo que crea un cojin de aire que protege las lumbares.

3.- Para flesionar poco la columna es imprescindible flesionar las caderas

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