Consciencia postural para la mejora del dolor de espalda

¿Tenemos claro que la consciencia postural  mejora el dolor de espalda? Todos sabemos lo que es el dolor de espalda… pero… ¿sabemos lo que es la consciencia postural? Antes que nada, pues, sería necesario definirla.
Consciencia, del latín conscientia y, según el diccionario, “conocimiento inmediato o espontáneo que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones”. Nosotros agregaríamos !movimientos¡ Es decir, conocimiento inmediato o espontáneo que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos, de sus reflexiones y de sus movimientos.
Sistema tónico postural: complejo sistema que se sirve de receptores internos (sistema oculomotor, propioceptores articulares y musculares, sistema vestibular..) y receptores externos (los 5 sentidos) y un regulador central (el sistema nervioso central -SNC), para elaborar el tono de base de los músculos.
Los músculos profundos son los que realizan este trabajo tónico, de postura, en su función permanente de adaptación respecto a la gravedad.
Si el tono muscular es el adecuado y las articulaciones se encuentran dentro de los ejes del movimiento, el esfuerzo muscular por mantener la estructura es mínimo.
En caso contrario, ya sea bien por una alteración a nivel de los receptores o del tono muscular, por ejemplo en caso de sedentarismo, mantenimiento de posturas estáticas (trabajo con ordenador, horas mirando el móvil!) y/o movimientos repetitivos, etc… se malgastará una gran cantidad de energía de tal manera de apilar, más o menos felizmente, los diferentes segmentos corporales unos sobre los otros haciendo intervenir nuestra musculatura superficial (la fásica) con la consecuente aparición de problemas y, por tanto, de dolor, tanto a nivel muscular como articular.
Por tanto, nuestra columna se podrá mover con más o menos eficacia según esté posicionada toda la estructura vertebral y según cómo sea su capacidad de movimiento.
La pregunta es: ¿sabemos cómo posicionar y cómo mover correctamente esta estructura?
¿Cómo podemos aprender a posicionarla correctamente si no la sentimos? ¡No se puede!
Sólo a través de la consciencia corporal y a través del despertar de la sensibilidad propioceptiva y exteroceptiva podemos incidir sobre la espalda corporal y postural de una manera activa.
La consciencia postural supone una escucha precisa de uno mismo, una atención relajada, una mirada a veces focalizada y, otras veces, global.
Mejorar la sensibilidad general se traduce siempre en un incremento de la eficacia y, por tanto, en una prevención o mejora de los dolores.
Todos los métodos posturales se basan en la escucha de uno mismo y en la auto-observación a través del trabajo sobre la sensibilidad profunda. Se basan en el movimiento consciente.
Y, solamente, a través de la práctica, la búsqueda y la repetición de diferentes movimientos o posturas podemos entrenar la consciencia postural e integrar este aprendizaje en la vida cotidiana; lo que es el verdadero objetivo para aligerar y prevenir el tan temido “dolor de espalda».

Danna Rebassa / Nº Colegiada 4076