Sistema osteo-articular: el elemento pasivo
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La mayoría de los 206 huesos que constituyen el esqueleto humano, se relacionan entre si gracias a las articulaciones, y constituyen en sí mismo las palancas que se desplazan al contraerse los músculos dando lugar al movimiento del cuerpo.
Cada articulación posee una amplitud fisiológica de movimiento que depende de una buena relación articular y del equilibrio de las tensiones musculares que se aplican en ella. Si hacemos variar alguno de los vectores que actúan en estas fuerzas musculares modificamos la estática de la articulación y por tanto la libertad de sus movimientos e inevitablemente comprometemos la estructura.
Una articulación tiene una buena estática si las tensiones musculares que se aplican sobre ella están equilibradas; pero en el momento que hay una retracción en un músculo, la articulación empieza a sufrir. Ese equilibrio se ve modificado y puede provocar lesiones articulares y contracciones en los músculos que dependen de esa articulación.
Desequilibrio muscular = desalineación osea = funcionamiento articular incorrecto = estructuras comprometidas = patología.