Sentarse bien en la silla adecuada
La posición sentada es uno de los paradigmas del siglo XXI, la sociedad industrializada ha pasado a tecnológica, multiplicándose no solo los puestos de trabajo o situaciones de ocio que se desarrollan sentados, sino también las horas que se invierte en esta posición. Debido a la agresión que representa para la columna esta posición, es indispensable aprender a gestionar la postura sentada de la manera más adecuada posible, y uno de los puntos principales es elegir bien el asiento en función de las circunstancias.
De todas maneras es indispensable apuntar que según estudios publicados los patrones musculares utilizados cuando nos sentamos en cada silla están más relacionados con la manera individual de uso del cuerpo que con la silla en si, por lo que una buena silla, es una ayuda pero no un remedio garantizado.
Dicho esto, podemos elegir cual es el mejor asiento en función de lo que vamos a hacer. Una silla de auditorio, debe ser diferente de una de comedor y a su vez de la silla en la que trabajamos delante del ordenador, porque lo que le pediremos al cuerpo cuando las usemos será diferente. La posición de la base, el respaldo, la altura o el material son aspectos de la silla que determinaran cual es su mejor uso.
Los respaldos sirven para apoyar la espalda, que es curvada, por lo que deben ser ligeramente curvados y no planos, o estar recubiertos por algún material que acoja el apoyo de la espalda. Además su ángulo de inclinación determinara si se trata de una silla para descansar o mantener actitud de escucha, como en los auditorios o las salas de espera, o se trata más bien un elemento para mantener una actitud activa o realizar alguna tarea, comer, escribir al ordenador.
La base del asiento define en gran medida la posición pélvica y por lo tanto lo que ocurre por encima. Las actividades relacionadas con una posición de escucha o relajadas preferiblemente tendrán la base inclinada hacia atrás, si lo que hacemos es comer o estamos en una sala de reuniones, el asiento mejor será el plano. Los asientos que están inclinados hacia delante.
- Evitar el gesto de arrastrar la silla hacia delante realizando el impulso desde la zona lumbar. Es mejor levantarse y mover o desplazar la silla.
- Al incorporarse o levantarse desde una silla en la que el respaldo o el asiento están inclinados hacia atrás
- Al desplazar una silla de ruedas, asegurarnos que lo estamos haciendo gracias a impulsos realizados desde los pies y no a empujones lumbares.
- Al inclinarse a coger algo del suelo
- Si vamos a pasar mucho tiempo sentados es mejor permitir al cuerpo adoptar deferentes posiciones y no forzarlo a quedarse quieto manteniendo la misma posición durante periodos de tiempo prolongados. Toda posición sentada tiene repercusiones en la columna cervical y lumbar. En la zona lumbar porque se acumula el peso de los brazos, cabeza y tronco en los últimos segmentos lumbares, y en la zona cervical, porque la cabeza tiende a adelantarse ante la pérdida de lordosis lumbar que se da como consecuencia de la retroversión pélvica automática en el asiento horizontal.