Las curvaturas de la columna

En el trabajo corporal y postural  las cifosis y lordosis que tenemos en nuestra columna (las curvaturas de la columna) vertebral han sido y siguen siendo motivo de debate. ¿Hay que corregirlas? ¿Mantenerlas? ¿Alargarlas?

La forma de nuestra columna no es recta, tenemos unas curvas que vienen dadas por el desarrollo en el crecimiento desde que nacemos hasta que nos ponemos de pie y andamos. Estas curvaturas son funcionales y por tanto necesarias.

El problema viene cuando, por diferentes y a menudo muy complejos motivos, esas curvaturas se hacen mayores o menores a las funcionales (hipercifosis, hiperlordosis , rectificaciones), produciendo desequilibrios en el correcto funcionamiento de nuestra espalda que se traducirán en dolores o patologías más o menos complejas.

¿Qué hacer entonces?

Lo que está claro es que hay que hacer un trabajo de prevención, manteniendo la movilidad y elasticidad de nuestros músculos y articulaciones y fortaleciendo nuestra musculatura para evitar que se debilite y se vea así afectada nuestra postura y, como consecuencia, nuestra salud.

¿Pero cómo?

Desgraciadamente han aparecido muchas técnicas de trabajo corporal que, con la idea de corregir estas hiperlordosis e hipercifosis, han trabajado la columna colocándola constantemente en posición contraria y llevándola a una posición de rectificación. Por ejemplo manteniendo en exceso la posición de barbilla al pecho o la posición de retroversión de la pelvis, llevando la zona abdominal a una posición de acortamiento.

Así, evitando constantemente un movimiento y potenciando el contrario, han terminado provocando muchos casos de rectificación a nivel cervical, dorsal y lumbar. Por desgracia, pueden incluso conllevar muchos más problemas que el del aumento de las curvaturas.

Queriendo corregir los errores del pasado han aparecido nuevas técnicas que trabajan manteniendo las curvaturas, lo que es interesante, si bien en ocasiones las exageran lo que para determinadas personas podría no ser beneficioso en absoluto. El peligro de estas nuevas técnicas es que cometan el mismo error que las primeras. De nuevo evitando un movimiento y potenciando el contrario, lo que a la larga supondrá de nuevo un desequilibrio tanto de movimiento articular como de tono muscular.

En Postural Fit buscamos elastificar y movilizar la columna y todo el cuerpo dentro de sus rangos articulares fisiológicos y tonificar todas las cadenas musculares. No sólo anteriores o posteriores, sino todo el cuerpo como un conjunto, incidiendo especialmente en el core, centro o núcleo de la estabilización lumbo-pélvica.

El método trabaja la columna respetando su curvatura funcional, puesto que  sabemos diferenciar muy bien entre la importancia de trabajar el cuerpo alargándolo para aliviar el peso. Además la gravedad ejerce sobre discos vertebrales y otras estructuras, sin caer en el grave error de la rectificación de dichas curvas.

Entonces, ¿cuál es la clave para el correcto trabajo de las curvaturas de la columna?

La clave es el conocimiento. Todo lo comentado anteriormente es importante,  pero lo es aún más saber que cada persona tiene sus particularidades. Ninguna persona es igual a otra. Los docentes del método Postural Fit son fisioterapeutas y por tanto buenos conocedores de la anatomía y la biomecánica corporal, lo que les permite personalizar y adaptar los ejercicios dentro de las sesiones grupales, permitiendo así que cada persona trabaje su cuerpo de acuerdo con sus propias curvaturas y necesidades.

Danna Rebassa / Nº Colegiada 4076