El ejercicio supervisado es una alternativa a la intervención quirúrgica
Un grupo de investigadores del centro de investigaciones de Copenhague y Noruega sostiene que la terapia basada en el ejercicio supervisado es una alternativa a la intervención quirúrgica para los pacientes de mediana edad.
La fisioterapia, o lo que es lo mismo, el tratamiento con ejercicios terapéuticos es tan eficaz como la cirugía para pacientes de mediana edad con rotura de menisco, según un nuevo estudio que viene a confirmar que la cirugía artroscópica de la rodilla puede ofrecer pocos beneficios para una gran mayoría de los pacientes.
El estudio, publicado esta semana en BMJ, sugiere que la terapia de ejercicio supervisado debe ser considerada como una opción de tratamiento para pacientes de mediana edad con este tipo de daño en la rodilla.
Cada año, se estima que dos millones de personas en todo el mundo se someten a una artroscopia de rodilla -una cirugía mínimamente invasiva para aliviar el dolor y mejorar el movimiento- que al final tiene un coste de varios miles de millones de dólares.
Los investigadores llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorio para comparar tratamiento con ejercicios solamente con cirugía artroscópica solo en pacientes de mediana edad con las roturas de menisco degenerativas. Así, identificaron 140 adultos (edad media 50 años) con roturas meniscales degenerativas, verificados por resonancia magnética, en dos hospitales públicos y dos clínicas de fisioterapia en Noruega. Casi todos (96%) de los participantes no tenían pruebas de rayos X definitivo de la osteoartritis.
Sin diferencias entre ambos tratamientos
La mitad de los pacientes recibieron un programa de ejercicio supervisado durante más de 12 semanas (2-3 sesiones cada semana) y a la otra mitad se le realizó la cirugía artroscópica además de una tabla de ejercicios diarios simples para realizar en casa.
Tres meses después, y durante los dos años posteriores, se evaluó la fuerza muscular y la función de la rodilla de los pacientes. Tras analizar los datos, señalan, no encontraron diferencias clínicamente relevantes entre los dos grupos para los resultados de dolor, de la función en el deporte y la recreación, y relacionados con la calidad de la vida de la rodilla. Además, a los tres meses, la fuerza muscular mejoró en el grupo de ejercicio.
«Nuestros resultados deberían alentar a los médicos y pacientes de mediana edad con desgarro meniscal degenerativa y sin evidencia radiográfica de osteoartritis considerar la terapia de ejercicio supervisado estructurado como una opción de tratamiento», afirman los autores del centro investigadores de Copenhague y Noruega.